sábado, 5 de marzo de 2011

CAPÍTULO 4: QUIÉN ME CAUTIVÓ (PRIMERA PARTE)

Ese mismo día, Viernes por la noche, Diego se sentó frente al ordenador para escuchar música, a la vez que hablaba con gente por Tuenti.
Todavía le daba vueltas a ese asunto: ahora alberga en su interior la esencia de otro ser además de de la suya propia: el alma de un ángel. Recién se estaba dando cuenta del importante giro que ha dado su vida. Su deber ahora es luchar contra los demonios que se encuentre, junto con Gineon, a la vez que lleva una vida normal. No será facil,pero a Diego le motiva ser el responsable de la vida de la gente  con la que trata diariamente. Según Gineon, cuando vino por primera vez hace tres días,donde ha detectado una mayor cantidad de demonios ha sido aquí,en la zona Norte de Sevilla.
Como estaba algo intranquilo,fue a dar un paseo por su barrio en plena noche; de paso vigilaba  que no hubiera demonios por la zona.
No sentía frío en absoluto. Simplemente nervios ya que era la primera vez que salía a patrullar. Fue recorriendo las calles y no vio nada extraño.
-¿Nada por aquí? Es hasta raro... - comentó Gineon,
-Que se le va a hacer. Mañana probaremos, a ver si hay más suerte - dijo Diego
De repente se levantó una ráfaga impresionante de viento. Luego se vieron unas sombras, moviéndose entre los árboles que estaban en la acera.
-¡Vamos! - exclamó Gineon.
-De acuerdo. A ver que es lo que sucede.
Se acercaron al lugar donde se movían las sombras. Como se imaginaban, era un demonio. Pero había alguien más: una chica. Estaba delante del demonio. No había ni pizca de miedo en su mirada.
-¿Quién es ella, Gineon? ¿La conoces?
-No me suena de nada. Es la primera vez que la veo.
La chica se giró hacia Diego. Le observó con cierta desconfianza. El demonio aprovechó para avanzar a toda velocidad.
-¡Cuidado! ¡ROMPE ROCAS!
Las rocas que se originaron al salir del suelo se dirigieron hacia la bestia, golpeándole en diferentes partes del cuerpo.
La chica, sin decir nada, lanzó una ráfaga de aire contra Diego, empujándolo hacia atrás.
-¿Pero qué te pasa? ¡Te he salvado!
Pero ella seguía callada.
El demonio volvió a cargar, pero ella lo frenó en seco con una descarga eléctrica. Solo se limitó a decir:
-¡PATADA TORNADO!
Se lanzó con una patada a la vez que cortaba el aire en la trayectoria de la misma, creando un tornado que golpeó a su enemigo junto con el impacto de la propia patada. Un golpe directo. Le abrió una herida en el pecho y empezó a sangrar. El demonio se desvaneció a la vez que rugía de dolor.
Diego estaba mirando con una expresión atónita. No se creía lo que había visto. ¡Era la chica que corría cuando se encontró con Gineon por primera vez en el parque!
-¿Quién eres?
-Presiento que nos volveremos a ver... - dijo ella.
Sin darle a Diego la oportunidad de decir algo, salió corriendo a gran velocidad.
-¿Quién podría ser? - se preguntaba Gineon.
Diego se quedó pensando.
-¡Ey! ¡Diego! ¡La Tierra a Diego!
-¿Eh? ¡Ah, bueno! ¿Nos vamos?
Se fueron a casa. Cogió algunas canciones del Ares y las escuchó hasta que le entró sueño y se durmió.

Se levantó al día siguiente bastante tarde. Era Sábado así que tampoco le importaba mucho la hora.Eran las 12:30, se duchó, se vistió y se fue a comer cereales.
Adri lo llamó al móvil. Le preguntó la hora a la que iban a quedar. También iban a venir Fran y Pedro. A las 6 de la tarde habían quedado en la parada del autobús.
-Y tráete bonobús y dinero ¿vale?
-¡Que siiiiiii! Hasta la tarde, persona.
 Se puso a recoger su habitación. Su madre no le iba a dejar salir con el cuarto hecho un desastre. Tardó cerca de una hora en ordenarlo todo. Luego cogió el ordenador y puso las canciones que tenía en la lista de reproducción del Ares. Se conectó al Tuenti pero no encontró a nadie interesante para hablar. Se quitó y se puso a ver Bleach.
Sus padres lo llamaron para comer; comió y volvió a su habitación. Gineon apareció delante suya y le habló.
-¿Esta es tu rutina los fines de semana?
-Mas o menos. Tampoco soy el que más sale de marcha, pero que le vamos  hacer.
-¿Te apetece salir a ver si pillamos a algún demonio?
-Venga, vale. Ya que no volveremos hasta la noche, así revisamos por si acaso, no vaya a pasar algo raro mientras estemos fuera.
Salieron por los alrededores y no había nada de nada.
-A ver si... - dijo Gineon.
-... la chica de anoche destrozó a los demonios - concluyó Diego.
-De todas maneras seguirán apareciendo. No debemos bajar la guardia.
-A ver. Son las 4 de la tarde. Voy a casa a ver Inuyasha hasta las 17:45 y luego nos vamos.
-Bien. De todos modos tengamos cuidado.
-Si ya me estoy viendo venir que aparecerá un demonio en el centro. Y además tenemos que proteger a mis amigos. Estupendo.
-No te agobies.
No me agobio, Gineon. Pero ¿y si fallo qué pasará? Tengo miedo de fallar a mis amigos.
-Confía en ti.
-A lo mejor no ocurre nada.
Bueno. Pues nada.
Diego fue a su casa, se puso a ver Inuyasha hasta las 17:45 y se levantó para irse con sus amigos


CONTINUARÁ...

2 comentarios:

  1. que cosa más triste de rutina de fin de semana... xddd

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  2. Deberías colgarlo más deprisa, estás tardando mucho. Llevas sólo 4 capítulos en varias semanas. A este paso empiezo mi historia y te adelanto. Por cierto la tuya es tranquilona, pero la mía va a tener mucha acción y destrucción a medida que llegue a la 3ª y 4ª parte. Recuerda que la mía tiene 6 partes. Saludos Gaia.

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